Durante muchos años, la ortodoncia era uno de los símbolos inequívocos de la adolescencia. Muchas personas consideraban que el uso de la ortodoncia estaba ligado a la edad y al desarrollo. Las clínicas de ortodoncia estaban orientadas casi exclusivamente al tratamiento de jóvenes. Los únicos adultos que ocupaban las salas de espera, eran padres y madres ojeando revistas.
Erróneamente se tenía la percepción general que una vez alcanzada la edad adulta, el movimiento de las piezas dentales en los maxilares era prácticamente imposible.
Afortunadamente este mito es hoy en día una cosa del pasado, y más de la mitad de los pacientes que consultan a los ortodoncistas son adultos e incluso, algunos mayores de 60 años.
La edad máxima para la ortodoncia
La corrección de las anomalías de posición de las piezas dentales y de los huesos maxilares, así como otras modificaciones necesarias para mejorar las asimetrías de las arcadas dentarias, necesitan tratamientos de ortodoncia, ya sea fija o removible.
La base del tratamiento consiste en la aplicación de fuerzas con una mecánica determinada, durante un período de tiempo que puede ser de semanas o incluso años.
Esta aplicación de fuerzas requiere de un correcto estado previo de las encías, piezas dentales y huesos maxilares. Para ello, la salud del sistema bucodental debe estar en óptimas condiciones para poder soportar estas fuerzas, de modo que no causen lesiones en el paciente.
No existe un límite de edad para la ortodoncia. Clínicamente, no hay una edad máxima para iniciar un tratamiento de ortodoncia. El requisito indispensable es una buena salud bucodental, es decir, que los dientes y sus raíces, las encías y los tejidos bucales estén suficientemente fortalecidos. Para ello no hay distinción en la edad del paciente.
De hecho, un paciente joven con enfermedad periodontal tiene menos probabilidad de ser candidato a iniciar un tratamiento de ortodoncia que un paciente mayor con unas encías sanas.
Diferencias entre pacientes jóvenes y adultos
El ortodoncista tiene en consideración que las condiciones específicas de los tejidos, y por tanto la respuesta al tratamiento, pueden cambiar con la edad.
A medida que envejecemos, las respuestas fisiológicas ante estímulos son distintas a cuando estamos en la juventud. El tiempo y forma de la respuesta, son diferentes en las diversas etapas de la vida.
Esta particularidad es tenida muy en cuenta por el profesional de la ortodoncia y, por tanto, programará los distintos aspectos del tratamiento, la aplicación e intensidad de fuerzas, tiempo total, materiales y una larga lista de elementos a tener en consideración.
En cada etapa de la vida, hay circunstancias que el ortodoncista considera y valora; por ejemplo, los pacientes infantiles o adolescentes no han finalizado el crecimiento óseo, y por tanto hay cambios dinámicos estructurales que afectan al tratamiento.
Los pacientes adultos tienen una menor capacidad de experimentar cambios óseos en cuanto a crecimiento, lo cual es una ventaja para la proyección de los resultados finales del tratamiento.
Otro cambio significativo que presenta el tratamiento de ortodoncia en adultos, es que la totalidad de las piezas dentales ya se han desarrollado. Esto determina una característica diferencial en términos de la oclusión dental. Los pacientes más jóvenes pueden sufrir variaciones tras el tratamiento con la erupción de los terceros molares, las conocidas como “muelas del juicio”.
En los casos en que hay que realizar exodoncias (extracciones de piezas dentales), los tiempos y la movilización de las piezas dentales son diferentes en adultos mayores y en pacientes de corta edad.
Beneficios de la ortodoncia en adultos
Además de la evidente mejora estética de la sonrisa, el tratamiento de ortodoncia en adultos tiene las siguientes ventajas:
- Al mejorar el apiñamiento dentario, se facilita la higiene y la limpieza dental, disminuyendo la acumulación de alimentos y previniendo caries, gingivitis y otras enfermedades dentales y periodontales.
- Una mejor alineación dental permite que los dientes tengan una mejor oclusión, previniendo desgastes y dando una mayor vida útil a las piezas dentales.
- Cuando liberamos espacios, disminuimos significativamente la presión interoclusal, el bruxismo y otras afecciones de las piezas dentarias. La presión dental y maxilar puede generar migrañas, molestias musculares, dolores cervicales y otras dolencias.
- El aumento de la simetría dentofacial mejora la estética y, consecuentemente, aumenta la autoestima del paciente.
El paciente adulto debe conocer que la aplicación de cualquier tratamiento de ortodoncia puede llevar consigo ligeras molestias iniciales debido a la aplicación de fuerzas suaves durante el tratamiento, alguna pequeña irritación por roce de los aparatos, así como la sensación inicial de un elemento extraño en la boca, molestias que remiten muy pronto con la adaptación a la aparatología.
Como podemos ver, los tratamientos de ortodoncia no tienen límite de edad. Unicamente sabemos que hay factores que deben tomarse en consideración para programar el tratamiento, evaluar su alcance y preveer así unos resultados satisfactorios.
Por todo ello es aconsejable ponernos en manos de ortodoncistas especializados y cualificados, que posean los conocimientos, recursos y experiencia suficiente, para realizar un exitoso tratamiento de ortodoncia en adultos.